martes, 30 de marzo de 2010

domingo, 21 de marzo de 2010

lunes, 15 de marzo de 2010

lunes, 8 de marzo de 2010

Carta al ego

No sé exactamente qué día fue, ni cómo ocurrió, pero pasó.
Se esfumó la motivación de la ansiedad y la angustia, hicieron las maletas y se llevaron consigo las quejas. Desaparecieron de mí, creo que se escaparon por el desagüe en alguna ducha, siempre fue mi momento favorito del día.
Ahora, hay gente que está, gente que no, gente que va y viene, yo me sigo mordiendo las uñas y yendo y viniendo con ellos, eso nunca cambiará. Pero mis palabras no sé si volverán a alinearse como antes. Como cuando sentía constantemente un puñado de alfileres en el estómago. Ya no camino entre la niebla, ahora navego de día y de noche, tengo mi equipo de supervivencia, navaja suiza, absenta y rojo.
Sin olvidarme de mi curiosidad insaciable, que me esta perdonando demasiado no satisfacerla como se merece. Intentaré que esta situación mejore pronto, usted ya sabe los rutilantes eventos que me acontecen últimamente. No diré más, pero pretendo seguir aportándole todos los conocimientos que me sean posibles, necesarios, triviales o paganos.

Rotundamente sicalíptica y siempre suya,


R.

lunes, 1 de marzo de 2010

todo el día con esa estúpida frase en la cabeza, tantas rutas que seguir, tantos pianos afinándose para el final, tantas estrellas a punto de explotar, tantas otras cosas que llegarán, tantas noches a las que disparar...