Nunca te preguntaré si tuve alguna posibilidad, es mi mecanismo más utilizado para perder de vista a alguien.
Aunque sé que tu realidad no dista mucho de mi ficción, ni siquiera lo intentaré.
Además es mejor compartir tus risas, escuchar tus plegarias y teorías flotando en alcohol, y sacar mi empatía a flote con tus problemas.
Hace mucho tiempo que tengo una teoría sobre esto, sobre que nuestras vidas son líneas disparadas hacia el infinito, pueden ser paralelas o perpendiculares en mayor o menor medida, pudiendo dibujar curvas unas con otras, hacer que nos reencontremos en algún otro punto de la historia o que nos crucemos una sola vez.
Todo depende de la probabilidad con que me mires.
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