Pocas horas le van quedando a esta ansiedad de última tecnología y grasas saturadas... pero, y la duda? la duda repetitiva y monotemática de si cada opción escogida es la correcta, a esa le queda la misma vida que a mí.
No hay que hablar más de la cuenta, que los intereses se pierden y luego se acaba con más amistades de la cuenta, con las que no se contaba.
Cuantos cuentos contabilizados y cuantas dudas sin disipar.
Ahora tengo una planta a la que no pienso dirigirle la palabra, solo la regaré cuando lo estime oportuno, porque el roce hace el cariño y el sueño de la razón produce monstruos... y ya ando sobrada de cariño razonable.
Voy a disfrazarme de noche.
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