miércoles, 10 de febrero de 2010

la habitación roja


Tengo los ojos ligeramente inyectados en sangre, será por eso que un micromosquito se ha pasado el día persiguiéndome, justo hoy, que no he salido de casa. Padezco una variante de síndrome de Diógenes fotográfico y ha sido un día curioso, encontrándome con mis otros yo de hace 5 ó 6 años, gente que antes estaba, gente que ahora no, nombres extraños de carpetas comprometidas, apuntes, caras ajenas, propias, piercings, mundos de yupi y vida universitaria.
Llevo todo el día aquí con los dedos incrustados en letras y las huellas dactilares desgastadas de ordenar imágenes que han dado como resultado una carpeta con los 108 retratos más relevantes de mi vida, no míos, pero hechos por mí.
Como no soy artista ni me va el tema exposición en galería de arte, tengo a toda esa gente juntica en píxeles con los que yo sola me deleitaré. Quizás algún día, me de la vena, e igual que destruyo, cree y los exhiba, aquí no... que igual me piden derechos de imagen.
Mi habitación no me pide nada y me dejará ser todo lo voyeur que quiera.

1 comentario:

Yoyas dijo...

Como destruyas/expongas mis píxeles te rajo/empapelo.Así, sin contemplaciones.